Site Logo
HW4P logo Heath workers 4 Palestine

Denuncia (por no prescribir Teva) archivada. Colegio de Médicos Granada (España). Complaint (for refusing to prescribe Teva) dismissed. Granada Medical Association (Spain). ESP ENGL

Denuncia (por no prescribir Teva) archivada. Colegio de Médicos Granada (España). Complaint (for refusing to prescribe Teva) dismissed. Granada Medical Association (Spain). ESP ENGL
Publicado hoy.

Gana Palestina, pierde Teva. Gana la dignidad y el profesionalismo, pierde el sionismo. Palestine wins, Teva loses. Dignity and professionalism win, Zionism loses.

ESPAÑOL

Denuncia en Granada (España): gana Palestina, pierde Teva. 

Teva fracasa en su intento de censura por el boicot en España a sus productos, que sustentan el genocidio y el apartheid.

El Colegio de Médicos de Granada archiva la denuncia contra el médico acusado de "antisemitismo". 

Denunciado por una desconocida entidad sionista por negarse a prescribir medicamentos de Teva (Teva, Actavis, Belmac, Davur, Ratiopharm, Teva, Tevagen) para sus pacientes, en el sistema nacional de salud.


Cumpliendo su obligación, como persona y profesional sanitario, el médico invitaba a no dispensar ni consumir medicamentos del laboratorio israelí TEVA por considerarlo colaborador con el genocidio de Gaza. 


Gana Pablo Simón, médico rural, en Chauchina, Granada, y miembro de Profesionales de la Sanidad por Palestina (Health Workers for Palestine, Spain, HW4PS). 


Gana la dignidad, la ética y la profesionalidad.


El silencio es complicidad con el genocidio palestino, y por ello va contra el Código Ético Médico, que exige no colabarar con ningún genocidio.


Gana Palestina, pierde Teva.


Gana el compromiso, pierde el sionismo.

En Gaza se está exterminando a un pueblo y se está demoliendo el último muro que protege los derechos humanos universales.

El Colegio Oficial de Médicos de Granada ha acordado por unanimidad el archivo sin más trámite de la denuncia presentada contra médico de familia a quien una autodenominada “Comisión Sanitaria contra el Antisemitismo” acusaba de “antisemitismo”.

El motivo de la denuncia era mostrar en su consulta mensajes de apoyo a Palestina e invitar a no consumir ni dispensar medicamentos del laboratorio israelí TEVA, por considerar a esta empresa colaboradora del genocidio en Gaza.

Según una nota de prensa difundida por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), el acuerdo de la Junta Directiva comunicado el día 25 de noviembre concluye que "de los hechos recogidos en dicho escrito no resulta conducta contraria a la normativa estatutaria ni deontológica, quedando en consecuencia fuera de las competencias de esta Corporación".

Con ello, el Colegio desautoriza íntegramente las graves acusaciones vertidas por las entidades denunciantes, cuyo escrito -anónimo y sin firma- fue presentado el 30 de octubre y ampliamente difundido en el medio digital "Enfoque Judío", que llegó a acusar al facultativo de "incitación al odio" y "denegación de prestaciones por motivos ideológicos o religiosos". 

La confirmación a la prensa de la existencia de una denuncia anónima, antes de su verificación formal, supone una vulneración de las garantías básicas recogidas en los Estatutos de la Organización Médica Colegial y pone en entredicho la imparcialidad y el rigor de las actuaciones iniciales del Colegio de Médicos de Granada en este caso

No obstante, la actuación del colegio profesional ha generado preocupación en el ámbito médico y deontológico al haberse conocido que el médico se enteró de la existencia de la denuncia a través de los medios de comunicación antes de recibir comunicación alguna del propio Colegio. La confirmación a la prensa de la existencia de una denuncia anónima, antes de su verificación formal, supone una vulneración de las garantías básicas recogidas en los Estatutos de la Organización Médica Colegial y pone en entredicho la imparcialidad y el rigor de las actuaciones iniciales del Colegio de Médicos de Granada en este caso, advierte Pro Derechos Humanos.

Con el archivo definitivo, la corporación reconoce la inexistencia de infracción deontológica y, en la práctica, respalda el derecho de los profesionales sanitarios a la objeción ética y a la libertad de conciencia frente a empresas o productos implicados en vulneraciones de derechos humanos.

El médico afectado, Pablo Simón, ha manifestado que "estas acusaciones sólo tratan de intimidar y desmovilizar a una ciudadanía cada vez más sensibilizada con el genocidio de Gaza" y que "la acusación de antisemitismo se utiliza como instrumento para desautorizar toda crítica al sistema colonial y de apartheid del Gobierno israelí".

Además, el médico ha confirmado que mantendrá los carteles de su consulta y no descarta emprender acciones legales contra los promotores de la denuncia por vulneración de su honor y por daños a su reputación profesional.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha valorado la resolución como "un precedente fundamental para la defensa de la libertad de expresión, la ética profesional y la objeción de conciencia en el ejercicio sanitario", recordando que más de 150 organizaciones nacionales e internacionales respaldaron públicamente al médico granadino.

El ejercicio de la medicina no solo implica proveer tratamiento: implica también reflexión ética. La objeción de Pablo Simón no es caprichosa ni ideológica: se articula desde principios de bioética, responsabilidad social y el reconocimiento de que los profesionales sanitarios no estamos al margen de los grandes dilemas morales de nuestro tiempo.

Cuando Pablo Simón dice que «explicar a sus pacientes que no acepten medicamentos de Teva» es «pedagogía, es resistencia», está apelando a la conciencia del profesional sanitario. Esta es una forma de actuar que respeta su deber asistencial —no ha abandonado a ningún paciente— y al mismo tiempo ejerce su libertad científica, de pensamiento y profesional.

 

ENGLISH

The Granada Medical Association (Spain) has dismissed the complaint against the doctor accused of "anti-Semitism."

Teva fails in its attempt at censorship due to the boycott in Spain of its products, which support genocide and apartheid.

The complaint was filed by an unknown Zionist entity for refusing to prescribe Teva medications (Teva, Actavis, Belmac, Davur, Ratiopharm, Teva, Tevagen) to his patients within the national health system.

Fulfilling his duty as a person and a healthcare professional, the doctor advised against dispensing or consuming medications from the Israeli industria Teva, considering it complicit in the genocide in Gaza.

Pablo Simón, a rural doctor in Chauchina, Granada, and member of Health Workers for Palestine, Spain (HW4PS), has won.

Dignity, ethics, and professionalism have prevailed.

Silence is complicity with the Palestinian genocide, and therefore violates the Medical Code of Ethics, which requires non-collaboration with any genocide.

Palestine wins, Teva loses.

Commitment wins, Zionism loses.

In Gaza, a people are being exterminated and the last wall protecting universal human rights is being demolished.

 
The Granada Medical Association has unanimously agreed to dismiss without further proceedings the complaint filed against a family doctor (Pablo Simón, rural doctor, Chauchina, Granada, and member of HW4PS) accused of "anti-Semitism" by a self-styled "Health Commission Against Anti-Semitism."
 
The complaint stemmed from the doctor displaying messages of support for Palestine in his office and urging patients not to consume or dispense medications from the Israeli laboratory Teva, which he considered a collaborator in the genocide in Gaza.
 
According to a press release issued by the Andalusian Association for Human Rights (APDHA), the Board of Directors' decision, communicated on November 25, concludes that "the facts presented in the complaint do not constitute conduct contrary to the bylaws or code of ethics, and therefore fall outside the jurisdiction of this Association."
 
With this statement, the College completely disavows the serious accusations made by the complaining entities, whose anonymous and unsigned complaint was submitted on October 30 and widely disseminated in the online publication "Enfoque Judío", which went so far as to accuse the doctor of "incitement to hatred" and "denying services for ideological or religious reasons."
 
Confirming the existence of an anonymous complaint to the press, before its formal verification, constitutes a violation of the basic guarantees enshrined in the Statutes of the General Medical Council and calls into question the impartiality and rigor of the initial actions of the Granada Medical Association in this case.
 
However, the professional association's actions have generated concern within the medical and professional ethics community, given that it has come to light that the doctor learned of the complaint through the media before receiving any communication from the Association itself.
 
The confirmation to the press of the existence of an anonymous complaint, before its formal verification, constitutes a violation of the basic guarantees enshrined in the Statutes of the Spanish Medical Association and calls into question the impartiality and rigor of the initial actions taken by the Granada Medical Association in this case, warns Pro Derechos Humanos (Human Rights).
 
With the final dismissal of the case, the association acknowledges the absence of any ethical violation and, in practice, upholds the right of healthcare professionals to ethical objection and freedom of conscience regarding companies or products implicated in human rights abuses.
 
The doctor involved, Pablo Simón, stated that "these accusations are merely an attempt to intimidate and demobilize a citizenry that is increasingly aware of the genocide in Gaza" and that "the accusation of antisemitism is being used as a tool to discredit any criticism of the Israeli government's colonial and apartheid system."
 
Furthermore, the doctor has confirmed that he will keep the signs at his practice up and has not ruled out taking legal action against those who filed the complaint for defamation and damage to his professional reputation.
 
The Andalusian Association for Human Rights (APDHA) has praised the ruling as "a fundamental precedent for the defense of freedom of expression, professional ethics, and conscientious objection in healthcare," noting that more than 150 national and international organizations publicly supported the doctor from Granada.
 
The practice of medicine involves more than just providing treatment; it also involves ethical reflection.
 
Pablo Simón's objection is neither capricious nor ideological: it stems from principles of bioethics, social responsibility, and the recognition that healthcare professionals are not immune to the major moral dilemmas of our time.
 
When Pablo Simón says that "explaining to his patients not to accept Teva medications" is "pedagogy, it's resistance," he is appealing to the conscience of the healthcare professional. This is a way of acting that respects his duty to care—he has not abandoned any patient—and at the same time exercises his scientific, intellectual, and professional freedom.