On the morning of 20 July, a 25 truck WFP convoy carrying vital food assistance crossed the Zikim border point destined for starving communities in northern Gaza.
Shortly after passing the final checkpoint beyond the Zikim crossing point into Gaza, the convoy encountered large crowds of civilians anxiously waiting to access desperately needed food supplies.
As the convoy approached, the surrounding crowd came under fire from Israeli tanks, snipers and other gunfire.
We are deeply concerned and saddened by this tragic incident resulting in the loss of countless lives. Many more suffered life-threatening injuries. These people were simply trying to access food to feed themselves and their families on the brink of starvation.
This terrible incident underscores the increasingly dangerous conditions under which humanitarian operations are forced to be conducted in Gaza.
Today’s violent incident comes despite assurances from Israeli authorities that humanitarian operational conditions would improve; including that armed forces will not be present nor engage at any stage along humanitarian convoy routes.
There should never, ever, be armed groups near or on our aid convoys, as reiterated on many occasions to all parties to the conflict. Shootings near humanitarian missions, convoys and food distributions must stop immediately. Any violence involving civilians seeking humanitarian aid is completely unacceptable.
We stand firmly by our principles of operating with independence, impartiality and neutrality. It is one of the many reasons why communities trust us. The World Food Programme continues to call for the protection of all civilians and aid workers delivering life-saving assistance.
WFP teams accompanying convoys should not have to risk their own lives in the effort to save others. Without these fundamental conditions in place, we cannot continue providing life-saving support across the Gaza strip. Gaza’s hunger crisis has reached new levels of desperation.
People are dying from lack of humanitarian assistance. Malnutrition is surging with 90,000 women and children in urgent need of treatment. Nearly one person in three is not eating for days.
Food aid is the only way for most people to access any food – as the cost of a one-kilogram bag of flour has surged to over USD100 in local markets. Only a massive scale-up in food aid distributions can stabilize this spiraling situation, calm anxieties and rebuild the trust within communities that more food is coming. An agreed ceasefire is long overdue.
All hostages [a few Israelis, thousands Palestinians] should be released, and humanitarians should be able to reach the civilian population in Gaza with critical food supplies in a consistent, predictable, orderly and safe manner -- wherever they are across the Gaza Strip.
WFP is ready.
We have food supplies nearby, experienced teams on the ground, and proven systems in place to respond at scale. We did it before and we can do it again.
We urgently call on the international community and all parties to advocate for, and facilitate, the delivery of life-saving food aid to starving populations inside Gaza – safely, securely, wherever families are, and without obstruction.
ESPAÑOL
Las palabras van cargadas de sentido:
¿Incidente? ¿INCIDENTE? Asesinatos Crímenes de guerra Masacre Matanza
Un ejército contra una multitud desarmada y habrienta
Soldados cobardes contra civiles desesperados
El sionismo de una nación ilegal colonial
La "limpieza étnica" y el genocidio
La tolerancia "occidental" a la barbarie de Israel
¡Cuidado! No se puede hablar de asesinos, ni de crímenes de guerra, ni de cobardía porque ofendemos a los asesinos, criminales de guerra y cobardes (y nos llaman "antisemitas").
World Food Program (Programa Mundial de Alimentos, PMA)
En la mañana del 20 de julio, un convoy de 25 camiones del PMA que transportaba ayuda alimentaria vital cruzó el punto fronterizo de Zikim con destino a las comunidades hambrientas del norte de Gaza.
Poco después de pasar el último puesto de control más allá del cruce de Zikim hacia Gaza, el convoy se encontró con grandes multitudes de civiles que esperaban ansiosamente acceder a suministros de alimentos que necesitaban desesperadamente.
A medida que el convoy se acercaba, la multitud que los rodeaba fue atacada por tanques israelíes, francotiradores y otros disparos.
Estamos profundamente preocupados y entristecidos por este trágico incidente que causó la pérdida de innumerables vidas. Muchas más sufrieron lesiones que pusieron en peligro su vida. Estas personas simplemente intentaban conseguir alimentos para alimentarse a sí mismas y a sus familias, al borde de la inanición.
Este terrible incidente pone de relieve las condiciones cada vez más peligrosas en las que se ven obligadas a realizar las operaciones humanitarias en Gaza.
El violento incidente de hoy se produce a pesar de las garantías dadas por las autoridades israelíes de que las condiciones operativas humanitarias mejorarían, e incluso de que las fuerzas armadas no estarán presentes ni participarán en ninguna etapa de las rutas de los convoyes humanitarios.
Nunca, jamás, debe haber grupos armados cerca o dentro de nuestros convoyes de ayuda, como se ha reiterado en numerosas ocasiones a todas las partes en el conflicto. Los tiroteos cerca de misiones humanitarias, convoyes y centros de distribución de alimentos deben cesar de inmediato.
Cualquier violencia que involucre a civiles que buscan ayuda humanitaria es completamente inaceptable. Nos mantenemos firmes en nuestros principios de operar con independencia, imparcialidad y neutralidad. Es una de las muchas razones por las que las comunidades confían en nosotros.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) sigue pidiendo la protección de todos los civiles y trabajadores humanitarios que prestan asistencia vital. Los equipos del PMA que acompañan a los convoyes no deberían arriesgar sus vidas para salvar a otros. Sin estas condiciones fundamentales, no podemos seguir brindando apoyo vital en toda la Franja de Gaza.
La crisis de hambre en Gaza ha alcanzado nuevos niveles de desesperación. La gente muere por falta de asistencia humanitaria. La desnutrición aumenta con 90.000 mujeres y niños que necesitan tratamiento urgente. Casi una de cada tres personas lleva días sin comer.
La ayuda alimentaria es la única vía para que la mayoría de la gente acceda a algún alimento, ya que el precio de un saco de harina de un kilo ha superado los 100 dólares en los mercados locales. Sólo un aumento masivo de las distribuciones de ayuda alimentaria puede estabilizar esta situación en espiral, calmar las ansiedades y reconstruir la confianza dentro de las comunidades de que llegará más alimentos.
Un alto el fuego acordado es necesario desde hace tiempo.
Todos los rehenes [unos pocos israelíes, miles palestinos] deben ser liberados, y el personal humanitario debe poder llegar a la población civil de Gaza con suministros alimentarios esenciales de forma constante, predecible, ordenada y segura -- dondequiera que se encuentren en la Franja de Gaza.
El PMA está listo.
Contamos con suministros de alimentos cerca, equipos experimentados sobre el terreno y sistemas probados para responder a gran escala. Lo hicimos antes y podemos hacerlo de nuevo. Hacemos un llamamiento urgente a la comunidad internacional y a todas las partes para que defiendan y faciliten la entrega de ayuda alimentaria vital a las poblaciones hambrientas dentro de Gaza, de forma segura, dondequiera que se encuentren las familias y sin obstrucciones.