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Gaza Tribunal. Veredict. Veredicto ESP ENG

Gaza Tribunal. Veredict. Veredicto ESP ENG
Publicado hoy.

Israel is committing genocide against the Palestinian people. Israel, culpable de genocidio en Gaza.

ESPAÑOL

Tribunal de Gaza condena el genocidio de Israel contra el pueblo de Palestina  

 

Ratifica el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y respalda las protestas, huelgas y manifestaciones de resistencia de Palestina contra la opresión sionista.

 

El Tribunal indicó que el genocidio trajo consigo la devastación de viviendas, la infraestructura básica, el empleo del hambre como un arma, los desplazamientos forzados y los asaltos sistemáticos a la salud y a la educación.

 

Después de cuatro días de audiencias públicas, el Tribunal de Gaza emitió este domingo su veredicto final en Estambul, Turquía, en el cual estableció que Israel lleva a cabo un genocidio contra el pueblo palestino a través del exterminio y la violencia sistemática, que solo desde el 7 de octubre de 2023 a la fecha dejó 68.519 civiles asesinados y 170.382 lesionados. 

 

La jurista británica Christine Chinkin, integrante del jurado, leyó la declaración que señaló a la «ideología supremacista del sionismo» como la raíz del conflicto y exige a la comunidad internacional actuar de inmediato para poner fin a los crímenes de la entidad sionista.

 

El jurado enfatizó que su dictamen se fundamentó en el derecho internacional, los tratados de derechos humanos y el Estatuto de Roma.  Por otra parte, indicó que el genocidio trajo consigo la devastación de viviendas, la infraestructura básica, el empleo del hambre como un arma, los desplazamientos forzados y los asaltos sistemáticos a la salud y a la educación.

 

Asimismo, denunció el reprocidio, domicidio, escolaricidio y ecocidio como herramientas de exterminio.  Tras pormenorizar los delitos cometidos por Israel, el tribunal recomendó que rindan cuentas los culpables, y exigió responsabilidad política, militar, económica e ideológica para todos los perpetradores y cómplices.

 

También instó a suspender a Israel de las organizaciones internacionales, especialmente de la ONU, y a activar el mecanismo “Uniting for Peace” para establecer una fuerza de protección en los territorios palestinos. 

 

El Tribunal culpó a los Gobiernos occidentales, en particular al de Estados Unidos, por haber sido cómplices al ofrecer al Estado sionista apoyo diplomático, armamento, inteligencia y capacitación militar. 

 

El Tribunal afirmó que “el silencio y la inacción frente al genocidio han sido otra forma de complicidad”.  De igual manera, indicó que bancos, universidades, empresas y medios de comunicación han respaldado la ofensiva israelí, creando lo que han llamado “la economía política del genocidio”.  

 

Richard Falk, jurista y presidente del Tribunal, quien fue relator especial de la ONU en derechos humanos para Palestina y es docente emérito de la Universidad de Princeton, subrayó que el genocidio también tiene sus raíces en más de un siglo de apartheid y colonialismo.  

El Tribunal ratificó el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y ha mostrado su apoyo a las protestas, huelgas y manifestaciones de resistencia de Palestina.  

Autor: teleSUR- egv - JDO  Fuente: Hispan TV, UN news

Crímenes de Genocidio
 
El Tribunal concluyó que las acciones de Israel en Gaza constituyen un genocidio continuo que no comenzó en octubre de 2023 ni terminará con el alto el fuego.
 
Advirtió que las muertes y los graves daños físicos "continuarán" y que "el trauma de la población superviviente se transmitirá de generación en generación".
 
El jurado identificó una serie de crímenes específicos que conforman la estructura del genocidio. Entre ellos se encuentran:
 
1/ Hambruna y hambruna mediante la privación deliberada de alimentos y la destrucción sistemática del sistema alimentario de Gaza;
2/ "Domicidio", o la aniquilación de hogares, comunidades y memoria cultural, que conduce a la desintegración de la sociedad;
 
3/ Ecocidio, definido como la destrucción de la tierra, el aire y el agua, y la destrucción del medio ambiente y la capacidad agrícola de Gaza;
 
4/ El ataque sistemático al sistema de salud (hospitales, clínicas y personal), descrito como una situación de décadas de duración y ahora casi total;
 
5/ Reprocidio, la persecución de la atención reproductiva y la prevención de la natalidad con el fin de eliminar a las generaciones futuras;
 
6/ Escolasticidio, la destrucción del conocimiento mediante el asesinato y el desplazamiento de estudiantes y docentes, y la destrucción de escuelas y universidades;
 
7/ Ataques a periodistas que documentan la guerra;
 
8/ Tortura, violencia sexual, desapariciones y violencia de género en detención y desplazamiento; 9/ "Politicidio", el asesinato y secuestro de líderes políticos, culturales y cívicos.
 
Según la declaración, estos actos en conjunto revelan “un patrón coherente y constante de violencia exterminadora” que abarca hogares, hospitales, escuelas, instituciones culturales y ecosistemas naturales.
 
“La instrumentalización del hambre, la negación de atención médica y el desplazamiento forzado”, afirma, “no son daños colaterales de la guerra. Son instrumentos de castigo colectivo y de genocidio”.
 
Complicidad y Fracaso Global
 
El Tribunal determinó que los gobiernos occidentales, en particular Estados Unidos, no solo son cómplices, sino que, en algunos casos, conspiran activamente en el genocidio al proporcionar armas, inteligencia y cobertura diplomática.
 
Dichas acciones, afirmó, constituyen un incumplimiento del deber legal de prevenir el genocidio y de cooperar para poner fin a las violaciones del derecho internacional.
 
El jurado también destacó el papel de los actores no estatales, señalando a medios de comunicación, organismos académicos, corporaciones globales y empresas tecnológicas como participantes en el apoyo a la campaña israelí.
 
La información sesgada de los medios occidentales, afirmó, se ajusta a los intereses políticos y económicos de las élites gobernantes. Las universidades, mediante inversiones y el silencio institucional, contribuyen a la normalización, mientras que el personal y los estudiantes que se pronuncian a favor de Palestina son castigados.
 
Las corporaciones e instituciones financieras mantienen las "cadenas de suministro del genocidio" a través de la producción de armas, la banca, la logística y la infraestructura digital. El Tribunal describió al sector tecnológico como el que proporciona "la potencia informática para el genocidio", lo que permite la vigilancia, la selección de objetivos y el control de la información. Estos sistemas interconectados, concluyó el jurado, conforman lo que denominó “la economía política del genocidio, la forma más alta de hiperimperialismo del siglo XXI”.
 
La declaración condenó la parálisis del sistema internacional, en particular del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuya estructura de veto, según afirmó, ha “abdicado de su responsabilidad fundamental de preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra”.
 
Sin embargo, el jurado elogió la labor de los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, incluyendo la Comisión de Investigación y la Relatora Especial sobre los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, por afirmar la realidad del genocidio a pesar de la presión política.
 
Causas fundamentales y contexto
 
Según el Tribunal, el genocidio en Gaza no puede entenderse al margen del contexto más amplio de un proyecto colonial de asentamiento que dura un siglo.
 
El jurado lo describió como “la última etapa de un sistema arraigado en la ideología del sionismo: un proyecto racista y supremacista cuyo objetivo es despojar y exterminar al pueblo palestino, apoyado por una estructura de poder neocolonial liderada por Estados Unidos y sus aliados”.
 
El Tribunal señaló que el genocidio se está llevando a cabo en un territorio cerrado contra una población cautiva mediante tecnología avanzada y vigilancia en tiempo real.
 
A pesar de los intentos de Israel de suprimir la documentación, los crímenes son “muy visibles en tiempo real”. También observó que los procesos judiciales internacionales, como los procedimientos iniciados por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia y las investigaciones de la Corte Penal Internacional, se han enfrentado con desafío e impunidad.
 
En lugar de sancionar a Israel, Estados Unidos ha atacado al personal de la CPI y a las ONG que colaboran con la corte, socavando aún más el Estado de derecho.
 
Derecho a la Resistencia y la Autodeterminación
 
El Tribunal de Gaza reafirmó el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y a elegir las herramientas de resistencia contra la ocupación y la dominación colonial. Este derecho dijo que está consagrado en el derecho internacional y es fundamental para cualquier solución política justa.
 
Exigió la firmeza y el no desplazamiento de los palestinos, e instó a la creación de un orden político único basado en los derechos, cimentado en la igualdad, la descolonización, la restitución y el derecho al retorno.
 
"La lucha es contra el sionismo como empresa racista, supremacista y colonialista", concluyó la declaración, "no contra los judíos ni el judaísmo".
 
Recomendaciones
 
En su sección final, el Tribunal emitió un conjunto completo de recomendaciones a la comunidad internacional.
 
Exigió que todos los responsables del genocidio —político, militar, económico e ideológico— rindan cuentas por todos los medios legales y con todo el rigor del derecho internacional.
 
La rendición de cuentas, afirmó, debe incluir a quienes facilitan o apoyan los crímenes mediante transferencias de armas, protección diplomática o colaboración económica.
 
El Tribunal instó a la suspensión de Israel de las organizaciones e instituciones internacionales, en particular de las Naciones Unidas y sus afiliadas, hasta que cumpla con sus obligaciones internacionales y ponga fin a las violaciones en curso en Gaza.
 
También instó a la Asamblea General de la ONU a invocar la Resolución 377, el mecanismo de la Unión por la Paz, para ordenar medidas colectivas para la protección de los palestinos, incluyendo el establecimiento de una fuerza internacional de protección en Gaza y Cisjordania.
 
Finalmente, el jurado hizo un llamamiento a la acción global coordinada para desmantelar las estructuras de impunidad que perpetúan el genocidio y desafiar los sistemas políticos y económicos que lo posibilitan.
La declaración concluyó con una advertencia que se ha repetido a lo largo del año de audiencias del Tribunal: «El silencio no es neutral; el silencio es complicidad; la neutralidad es rendirse al mal».
 
https://www.palestinechronicle.com/gaza-tribunal-finds-israel-guilty-of-genocide-urges-immediate-global-response/
 
En una entrevista con Mathilda Mallinson de Middle East Eye en el Tribunal de Gaza de Estambul, la artista y escritora estadounidense Katie Halper explicó por qué, como judía estadounidense, cree que la idea de que el antisionismo es antisemita es, en sí misma, antisemita, ya que sugiere que "todos los judíos apoyan a Israel". "Puedo decirles que, como judía, y muchos otros judíos, no apoyo un genocidio. No se comete en mi nombre", añadió.
 
 

ENGLISH

Gaza Tribunal’s Final Verdict Declares Israel’s Actions Genocide, Calls for Global Action

By Romana Rubeo

October 26, 2025

The Gaza People’s Tribunal, an international civil society initiative composed of jurists, academics, and human rights advocates, has concluded that Israel is committing genocide against the Palestinian people in the Gaza Strip.

The announcement came on Sunday at Istanbul University, where the Tribunal delivered its final statement and moral judgment after four days of public hearings. The proceedings marked the culmination of a year-long process that began in London in November 2024 and continued in Sarajevo earlier this year.

The panel was chaired by Professor Christine Chinkin, an expert in international law, and presided over by Professor Richard Falk, former UN Special Rapporteur on Human Rights in the Palestinian Territories. Its jurors, drawn from multiple continents, examined testimony from witnesses, legal experts, and survivors.

According to the panel, the evidence presented across these sessions demonstrates a “coherent and consistent pattern of exterminatory violence” against Gaza’s civilian population, carried out through the deliberate destruction of life, infrastructure, and cultural identity.

The Palestine Chronicle has made the full version of the final verdict available, transcribed from the video published on the official Gaza Tribunal YouTube channel.

A Tribunal of Conscience

In its final statement, the jury said it did not speak with the authority of states but as moral witnesses in the face of international inaction. Guided by conscience and informed by international law, the jurors declared that “when law is silenced by power, conscience must become the final tribunal.”

They described the initiative as a civil-society response to the international community’s continuing failure to hold Israel accountable. “Genocide in Gaza is the concern of all humanity,” they said. “When states are silent, civil society must speak out.”

The Tribunal emphasized that it had gathered extensive documentation—eyewitness accounts, expert analyses, and legal papers—that now form a permanent archive of the truth of what it described as “the genocide against the Palestinian people.”

Beyond the Humanitarian Narrative

The jurors expressed solidarity with global acts of protest and civil resistance, including rallies, encampments, flotillas, and strikes, describing these efforts as expressions of conscience in a world where institutions have failed.

They rejected the framing of Gaza’s destruction as a mere humanitarian disaster, calling it instead “the deliberate commission of the gravest of crimes imposed with the direst of consequences.”

Throughout the hearings, the panel heard testimony not only about Israel’s crimes and the complicity of other states but also about “the courageous resistance and resilience of Palestinians and of global civil society.” The Tribunal said that such steadfastness—whether manifested in survival, community solidarity, or political organization—remains integral to the Palestinian struggle against genocide and dispossession.

Crimes of Genocide

The Tribunal concluded that Israel’s actions in Gaza constitute an ongoing genocide that neither began in October 2023 nor will end with the ceasefire. It warned that deaths and severe physical harm “will continue,” and that “the trauma of the surviving population will be transmitted through generations.”

The jury identified a series of specific crimes forming the structure of genocide. Among them are:

1/ Starvation and famine through the deliberate deprivation of food and the systematic destruction of Gaza’s food system;

2/ Domicide, or the annihilation of homes, communities, and cultural memory, leading to the disintegration of society;

3/ Ecocide, defined as the ruination of land, air, and water, and the destruction of Gaza’s environment and agricultural capacity;

4/ The systematic targeting of the health-care system—hospitals, clinics, and personnel—described as decades long and now almost total;

5/ Reprocide, the targeting of reproductive care and the prevention of births intended to eliminate future generations;

6/ Scholasticide, the destruction of knowledge through the killing and displacement of students and teachers and the obliteration of schools and universities;

7/ Attacks on journalists documenting the war;

8/ Torture, sexual violence, disappearances, and gender-based violence in detention and displacement;

9/ And politicide, the assassination and abduction of political, cultural, and civic leaders.

According to the statement, these acts together reveal “a coherent and consistent pattern of exterminatory violence” encompassing homes, hospitals, schools, cultural institutions, and natural ecosystems. “The weaponization of hunger, denial of medical care, and forced displacement,” it said, “are not collateral damages of war. They are instruments of collective punishment and of genocide.”

Complicity and Global Failure

The Tribunal found that Western governments—particularly the United States—are not only complicit but, in some cases, actively colluding in the genocide by providing weapons, intelligence, and diplomatic cover. Such actions, it said, amount to a breach of the legal duty to prevent genocide and to cooperate in ending violations of international law.

The jury also highlighted the role of non-state actors, naming media institutions, academic bodies, global corporations, and technology firms as participants in sustaining Israel’s campaign. Biased Western media reporting, it said, conforms to the political and economic interests of ruling elites. Universities, through investments and institutional silence, contribute to normalization, while staff and students who speak out for Palestine are punished.

Corporations and financial institutions maintain the “supply chains of genocide” through weapons production, banking, logistics, and digital infrastructure. The Tribunal described the technology sector as providing “the computer power for genocide,” enabling surveillance, targeting, and information control.

These interlocking systems, the jury concluded, form what it called “the political economy of genocide – the highest form of hyper-imperialism of the 21st century.”

The statement condemned the paralysis of the international system, particularly the United Nations Security Council, whose veto structure it said has “abdicated its foundational responsibility to save succeeding generations from the scourge of war.” The jury commended, however, the work of the UN Human Rights Council’s special procedures, including the Commission of Inquiry and the Special Rapporteur on the occupied Palestinian territories, Francesca Albanese, for affirming the reality of genocide despite political pressure.

Root Causes and Context

According to the Tribunal, the genocide in Gaza cannot be understood apart from the broader context of a century-long settler-colonial project. The jurors described it as “the latest stage of a system rooted in the ideology of Zionism – a racist and supremacist project aimed at dispossessing and erasing the Palestinian people, supported by a neocolonial power structure led by the United States and its allies.”

The Tribunal noted that the genocide is being carried out in a closed territory against a captive population using advanced technology and real-time surveillance. Despite Israel’s attempts to suppress documentation, the crimes are “highly visible in real time.”

It also observed that international judicial processes—such as the proceedings initiated by South Africa before the International Court of Justice and the investigations of the International Criminal Court—have been met with defiance and impunity. Instead of sanctioning Israel, the United States has targeted ICC personnel and NGOs assisting the court, further undermining the rule of law.

Right to Resistance and Self-Determination

The Gaza Tribunal reaffirmed the Palestinian people’s right to self-determination and to choose the tools of resistance against occupation and colonial domination. This right, it said, is enshrined in international law and central to any just political solution.

It called for Palestinian steadfastness and non-displacement and urged the creation of a single rights-based political order grounded in equality, decolonization, restitution, and the right of return. “The struggle is with Zionism as a racist, supremacist, settler-colonial enterprise,” the statement concluded, “not with Jews or Judaism.”

Recommendations

In its concluding section, the Tribunal issued a comprehensive set of recommendations to the international community.

It called for all those responsible for the genocide—politically, militarily, economically, and ideologically — to be held fully accountable by every lawful means and to the fullest extent of international law. Accountability, it said, must include those who enable or sustain the crimes through weapons transfers, diplomatic protection, or economic collaboration.

The Tribunal urged the suspension of Israel from international organizations and institutions, particularly the United Nations and its affiliates, until it complies with international obligations and ends the ongoing violations in Gaza.

It also called on the UN General Assembly to invoke Resolution 377, the Uniting for Peace mechanism, to mandate collective measures for the protection of Palestinians, including the establishment of an international protective force in Gaza and the West Bank.

Finally, the jury appealed for coordinated global action to dismantle the structures of impunity that perpetuate genocide and to challenge the political and economic systems that enable it.

The statement concluded with a warning that has echoed throughout the Tribunal’s year of hearings: “Silence is not neutral; silence is complicity; neutrality is surrender to evil.”

Speaking to Middle East Eye’s Mathilda Mallinson at Istanbul’s Gaza Tribunal, American comedian and writer Katie Halper explained why she, as a Jewish American, believes that the idea that anti-Zionism is antisemitic is, in itself, antisemitic, because it suggests that “all Jews support Israel.” “I can tell you that I, as a Jew, and lots of other Jews, don’t support a genocide. It’s not done in my name,” she added.

https://www.palestinechronicle.com/gaza-tribunal-finds-israel-guilty-of-genocide-urges-immediate-global-response/