HW4P logo Heath workers 4 Palestine
Site Logo

Omar Yaghi, origen palestino, premio Nobel de Química 2025. From Palestinian refugee to Nobel glory ESP ENG

Omar Yaghi, origen palestino, premio Nobel de Química 2025. From Palestinian refugee to Nobel glory ESP ENG

ESPAÑOL

Omar Yaghi, el refugiado palestino que ganó el Nobel de Química. Uno de los ganadores del Premio Nobel de Química 2025 nació en el seno de una familia de refugiados palestinos.

Vídeo: Omar Yaghi gana el Premio Nobel de Química 2025 | El genio detrás de las estructuras metalorgánicas

“Crecí en un hogar muy humilde, éramos una docena en una pequeña habitación”, recuerda el químico Omar Yaghi.

Ese espacio lo tenían que compartir aún más: en una mitad “dormíamos, comíamos” y, en la otra mitad, estaban unas vacas que criaban.

Los padres de Yaghi eran palestinos y, tras verse forzados a abandonar su tierra, llegaron a la vecina Jordania, donde él nacería en 1965.

Ante la carencia de servicios básicos en el área donde vivían, una de las tareas que sus padres le encomendaban de niño era la de buscar agua.

El suministro se ponía a la disposición de las familias de la zona cada dos semanas durante pocas horas.

“Almacenábamos tanta agua como podíamos en esas cuatro horas, esa era el agua que usaríamos durante dos semanas. Si se agotaba, teníamos que buscar otra fuente”, contó el científico en un video del Premio Tang, que ganó en 2024.

Los recuerdos de su infancia los volvió a evocar vívidamente el miércoles 8 de octubre cuando recibió la noticia de que había ganado el Premio Nobel de Química.

“Nací en una familia de refugiados”, le dijo a un periodista del sitio web del galardón.

“Creo que mi padre terminó sexto grado y mi madre no podía leer ni escribir”.

Esta es la historia del extraordinario viaje de quien es considerado el padre del campo de las estructuras metalorgánicas.
Los dibujos que lo hechizaron

Y es que para Yaghi, su vida “ha sido todo un viaje”, uno que la ciencia le permitió hacer.

“La ciencia es la mayor fuerza igualadora del mundo”, señaló.

El profesor de la Universidad de California en Berkeley compartió el Nobel con Susumu Kitagawa y Richard Robson.

La Academia Sueca de las Ciencias resaltó en el trabajo de los tres la hazaña de desarrollar una “nueva arquitectura molecular”.

Y en el caso de Yaghi ese desarrollo comenzó con algo que vio cuando tenía 10 años.

Tras lograr entrar en una biblioteca, se acercó a una de las estanterías y agarró un libro al azar.

Los dibujos de unas moléculas lo dejaron absolutamente cautivado, contó en el video del Premio Tang.

Y aunque no sabía de qué se trataban esas ilustraciones, ese momento se convirtió en una especie de tesoro que quiso mantener en secreto.

Recuerda que era un niño callado, independiente, que le encantaba leer y estudiar.

Al mismo tiempo que se preguntaba “de qué estan hechas las cosas”, ayudaba a su padre en una tienda que tenía.

En una charla que ofreció a jóvenes en la Escuela Secundaria Superior de Hsinchu, en Taiwán, contó que colaborarle a su padre fue absolutamente crucial para hacerle “apreciar la calidad y el trabajo duro”.

Limpiando las mesas, las ventanas, haciendo que la tienda se viera atractiva para los clientes, aprendió la ética del trabajo.

“Él me enseñó que si vas a hacer un trabajo, lo tienes que hacer bien. De lo contrario, no lo hagas. Eso me lo enseñó cada día”.


“Un compromiso increíble”

Su padre, quien tenía una carnicería en Amán, la capital jordana, imaginó un destino distinto para Yaghi y le dijo que quería que se fuera a Estados Unidos a continuar con su educación.

Pero él, con 15 años, quería quedarse con su familia, cursar la universidad y trabajar en Jordania.


Su padre insistió y lo convenció.

“Me conmueve mucho ver cómo mis padres refugiados dedicaron cada minuto de su tiempo a sus hijos y a su educación, que la vieron como una manera de salir adelante, de superar situaciones difíciles. Eso requiere un compromiso increíble”, dijo el científico en una rueda de prensa tras conocerse la noticia del Nobel.

“Y no me faltó amor. No tuvimos muchas de las comodidades que otros tenían, pero sí tuve mucho amor”.

Viajó y se inscribió en una escuela comunitaria en Nueva York.

“Siendo un adolescente, él mismo se abrió su camino en Estados Unidos”, le dice a BBC Mundo Jorge Andrés Rodríguez Navarro, catedrático del Departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Granada, quien mantiene una relación no solo profesional sino de amistad con el químico.

El joven Yaghi se mantenía con el dinero que ganaba empacando comestibles y limpiando pisos, mientras brillaba académicamente. Se graduó de químico con honores.

La educación que recibió la evocó tras conocerse que había ganado el Nobel.

“Este reconocimiento es realmente un testimonio del poder del sistema de escuelas públicas en Estados Unidos, que toma a personas como yo, que vienen de contextos muy desventajosos, de un entorno de refugiados, y te permite trabajar duro y distinguirte”, dijo.


“Un gran inspirador”

Como profesor, Yaghi también ha dejado una huella en muchos estudiantes, investigadores y colegas de diferentes países.

“El primer día que llegué a su laboratorio me dio las llaves de su despacho para que lo utilizara libremente y él se fue al despacho de los estudiantes. Es una persona increíble”, le cuenta a BBC Mundo el químico Daniel Maspoch, profesor de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (Icrea).

“Me puse feliz cuando supe que había ganado el Nobel”.

Maspoch había visto a Yaghi en conferencias, pero fue en 2019, cuando lo invitó a Barcelona a ofrecer una charla, que lo pudo conocer mejor.

El vínculo se consolidó en 2024, cuando Maspoch pasó una temporada en el laboratorio de Yaghi.

“Pude compartir unos tres meses con él y con su grupo. Fue una experiencia inolvidable. Es una persona muy transparente, ayuda a todo el mundo, es un gran mentor, un gran inspirador, especialmente para los científicos jóvenes”.

“Cuando hablas con él, te das cuenta de que realmente te hace pensar mucho más allá de la ciencia que haces, va un paso más adelante.

“El grado de reflexión que tiene te lleva a momentos en los que sientes que vale la pena dedicarse a la ciencia. Verlo en acción es precioso”.

El profesor Rodríguez no solo ha hecho trabajos con Yaghi sino que los une una amistad que comenzó hace unos 25 años.

Primero intercambiaron cartas, después correos electrónicos. Y es que el científico español le comentó que estaba interesado en el área en que estaba trabajando.

Yaghi combinó la química orgánica con la química inorgánica al desarrollar las estructuras metalorgánicas.

“En la parte científica, él ve las cosas con una gran profundidad, es un innovador, ha hecho materiales preciosos que, además, tienen utilidad”, explica Rodríguez.

“Y en la parte humana, es una persona muy cercana. Se podría pensar que el Premio Nobel es una persona engreída, él no lo es”.

Algo que Rodríguez halla fascinante es la relación de Yaghi con sus estudiantes y cómo él reconoce su trabajo y sus aportes.

Dice que no se queda corto a la hora de resaltar cuando son sus pupilos los que han motivado un descubrimiento.

Y es que, para Yaghi, en el ambiente de la investigación científica “el estudiante y el profesor están en el mismo nivel”.

En el video del Premio Tang, resaltaba la importancia de que siempre estén abiertos los canales para las preguntas y las críticas.

“Que el estudiante no tenga miedo de contradecir al profesor; cuando eso pasa, surge la magia, creas magia porque ahora tienes dos personas analizando un problema sin sentir temor a decir: ‘No sé’ o a compartir su idea valiosa".

“Necesitas a los dos para que se dé un descubrimiento: el estudiante está ahí, haciendo el experimento, haciendo observaciones, tomando decisiones sobre qué observación seguir”.


Tras conocer que había ganado el Nobel, Yaghi insistió en la importancia de la ciencia en el desarrollo social.

“No se pueden resolver los problemas de la sociedad sin ciencia. Se necesita ciencia, materiales y la tecnología que la acompaña”, dijo en la rueda de prensa.

Muchos expertos ven con optimismo el futuro de las estructuras metalorgánicas para abordar varios de los retos que tenemos como sociedad.

Por ejemplo, para combatir el cambio climático, para la captura de dióxido de carbono y de agua en sitios en donde es muy difícil acceder a ella, en el desarrollo de energías limpias, en el campo de la biomedicina.

“Estos materiales son una de las plataformas más preciosas, más importantes, de la química moderna”, indica Maspoch.

“Las estructuras metalorgánicas tienen un enorme potencial, ya que ofrecen oportunidades antes impensables para crear materiales a medida con nuevas funciones”, afirmó Heiner Linke, presidente del Comité Nobel de Química.

Yaghi ganó el Premio Tang “por sus extraordinarias contribuciones al desarrollo sostenible con sus pioneras estructuras metalorgánicas y otras estructuras ultraporosas que pueden adaptarse para la captura de carbono, el almacenamiento de hidrógeno y metano, así como la recolección de agua del aire del desierto”.

En su discurso, en el evento en que se le entregó ese galardón, el químico volvió a evocar su travesía.

“Mientras reflexiono sobre mi viaje, me recuerdo que la vida raras veces te ofrece las condiciones perfectas. Con frecuencia nos encontramos esperando el momento correcto, los recursos correctos o las circunstancias correctas para empezar a perseguir nuestros sueños.

“Pero si hay algo que mi vida me ha enseñado es que esperar las condiciones ideales puede con frecuencia significar una espera eterna.

“La clave es empezar estés donde estés con lo que sea que tengas y confiar en que con un pensamiento sólido el viaje irá tomando su propia forma a medida que te mueves hacia adelante"

 

ENGLISH

From Palestinian refugee to Nobel glory: Omar Yaghi’s incredible journey

Video: The Inspiring Story of Dr. Omar M. Yaghi — 2025 Nobel Prize Winner in Chemistry # Nobel Prize 

Born in Amman to refugee parents, Yaghi rose from humble roots to reshape modern chemistry
Last updated: October 08, 2025 | 16:29
Stephen N R, Senior Associate Editor

At Berkeley, Yaghi leads research and mentorship programmes that promote science without borders, empowering young scholars worldwide through the Berkeley Global Science Institute, which has established research centres in Vietnam, Saudi Arabia, Japan, Jordan, South Korea, Argentina, Malaysia, and Indonesia.

Jordanian-American chemist Omar Yaghi of the University of California (UC), Berkeley, has been awarded the 2025 Nobel Prize in Chemistry, sharing it with Richard Robson of the University of Melbourne, Australia, and Susumu Kitagawa of Kyoto University, Japan.

The Royal Swedish Academy of Sciences said the trio was recognised for “creating molecular constructions with large spaces through which gases and other chemicals can flow.”

Their groundbreaking discovery of metal-organic frameworks (MOFs) has given rise to a new class of porous materials capable of storing, filtering, and transforming molecules.
Also Read:

A scientist shaped by struggle

Born in 1965 to Palestinian refugee parents in Amman, Jordan, Omar Yaghi has journeyed from modest beginnings above his father’s butcher shop to the heights of global science.

His father raised cattle and owned a butcher shop in Amman, according to UC.

"I grew up in a very humble home. We were a dozen of us in one small room, sharing it with the cattle that we used to raise," he told the Nobel Foundation in an interview after learning he had won the prestigious prize.

Their home had no electricity or running water. His father had only finished sixth grade and his mother could neither read nor write.


At the age of 15, he was told by his father that he must go to the US to study and, within the year before he graduated from high school, he had obtained a visa and settled alone, in Troy, New York, to pursue his college education.

With a poor grasp of English, Yaghi took courses in English, math and science at Hudson Valley Community College in Troy.

A dream shaped in hardship

Supporting himself by bagging groceries and mopping floors, he graduated in 1985 with a BS in chemistry cum laude and pursued a Ph.D., which he completed in 1990 at the University of Illinois at Urbana-Champaign. Following a National Science Foundation postdoctoral fellowship at Harvard University, he joined the faculty at Arizona State University in 1992, then at the University of Michigan in 1999 and, after that, at UCLA in 2007.

    Omar Yaghi: Fast facts

    Full name: Omar M. Yaghi

    Born: 1965, Amman, Jordan

    Family roots: Palestinian refugee parents

    Nationality: American

    Current position: James and Neeltje Tretter Chair in Chemistry, UC Berkeley

    Specialization: Reticular chemistry — stitching molecules into crystalline frameworks

    Known for:

    Inventing metal-organic frameworks (MOFs)

    Pioneering covalent organic frameworks (COFs) and zeolitic imidazolate frameworks (ZIFs)

    Applications of his work:

    Carbon capture and clean energy storage

    Water harvesting from desert air

    Catalysis and sustainable materials

    Education:

    B.S. in Chemistry, SUNY Albany (1985, cum laude)

    Ph.D., University of Illinois at Urbana-Champaign (1990)

    Postdoctoral fellowship, Harvard University

    Academic career: Arizona State → Michigan → UCLA → UC Berkeley (since 2012)

    Awards and honours:

    2025 Nobel Prize in Chemistry

    2025 Von Hippel Award

    Great Arab Minds’ Award

    2024 Tang Prize in Sustainable Development

    2018 Wolf Prize in Chemistry

    2020 Royal Society of Chemistry Sustainable Water Award

    Global recognition: Among the world’s top five most cited chemists

In 2012, he joined the chemistry faculty at UC Berkeley and became director of the Molecular Foundry at Lawrence Berkeley National Laboratory, a position he held until 2013. He is the founding director of the Berkeley Global Science Institute and co-director of the Kavli Energy NanoScience Institute and of the California Research Alliance by BASF.

“I was in love with chemistry from the very beginning,” Yaghi once said. “I disliked class, but I loved the lab,” according to the UC report.

At Berkeley, Yaghi leads research and mentorship programmes that promote science without borders, empowering young scholars worldwide through the Berkeley Global Science Institute, which has established research centres in Vietnam, Saudi Arabia, Japan, Jordan, South Korea, Argentina, Malaysia, and Indonesia.


Rewriting the rules of chemistry

In the 1990s, Yaghi and his students combined metals with organic linkers to build hybrid compounds with a highly porous crystal structure that could absorb, store, and release gases and vapors. Earlier “coordination polymers” had been fragile, but Yaghi’s new design produced robust, stable crystals that could be endlessly customized.

He realised that these frameworks could be tailored atom by atom — a “Lego-like” chemistry where scientists could design matter with purpose. Today, MOFs and their derivatives are being used to:

    Capture carbon dioxide from industrial exhausts.

    Store hydrogen and methane for clean fuels.

    Harvest drinking water from arid air.

    Catalyze industrial chemical reactions with high efficiency.

Yaghi’s breakthroughs have helped merge the worlds of organic and inorganic chemistry, leading to new energy technologies and sustainability tools.
Recognition and legacy

One of the world’s most cited chemists, Yaghi has received dozens of major honours, including the 2024 Tang Prize in Sustainable Development, the 2025 Von Hippel Award, the 2018 Wolf Prize in Chemistry, and the 2020 Royal Society of Chemistry Sustainable Water Award.

He is an elected member of the US National Academy of Sciences, the German National Academy of Sciences Leopoldina, the American Academy of Arts and Sciences, and several global scientific academies across Asia and the Middle East, according to the UC.

Now an American citizen living in Berkeley, Yaghi’s influence extends far beyond the lab. Through his concept of reticular chemistry, he has given science a new way to design the materials of the future — and a generation of young researchers a reason to believe that discovery has no borders.

Yaghi is the 28th UC Berkeley faculty member to win a Nobel Prize and the fifth winner in the past five years. On Tuesday, John Clarke shared the 2025 Nobel Prize in physics with two UC Santa Barbara faculty members, Michel H. Devoret and John M. Martinis.

From refugee roots to Nobel glory, Omar Yaghi’s life is a testament to the power of perseverance, imagination, and the universal language of science.